La universidad

Sesto Fiorentino es el nombre del pueblo en donde se encuentra nuestra querida Facultad de Física y Astrofísica. Alejado unos 12 kilómetros del centro de la ciudad y compartida unicamente con químicos. Se puede decir que estamos bastante marginados allí.

Llegar no es nada sencillo. Unos 15 minutos andando hasta la parada del bus (cerca de Sta. Maria Novella) donde cogemos el 57. Este bus se comparte con otros jóvenes universitarios que se bajan en la zona universitaria y se queda practicamente vacío durante el tramo final del trayecto. Llegados a un punto y en mitad de la nada (realmente hay unas tierras a un lado de la carretera y una finca vallada sin nada al otro) bajamos del bus para hacer intercambio con el 59 que nos lleva al Polo Scientifico. En total en torno a una hora desde la puerta de casa hasta la entrada.

Después de pasar un poblado chabolista, nuestra primera impresión, cuanto menos, se puede definir como rara cuando nos encontramos a un rebaño de ovejas con su pastor al frente pastando tranquilamente por los jardines que hay alrededor de la facultad.

Ciertamente lo único malo de la facultad es su distancia al centro, porque por dentro es completamente nueva y tiene una muy buena conexión a internet.

Las diferencias con Valladolid, académicamente hablando, son abismales. Las clases son de dos horas y el número de alumnos nos impactó. Bien es sabido por muchos de vosotros que los físicos a penas llegamos a la decena en muchas de las asignaturas, llegando a ser en algunas optativas un par o dos de alumnos. Aquí las clases están a rebosar, unos 30 alumnos por clase en las obligatorias. Aunque en las optativas se asemeja más a lo que estamos acostumbrados. 
Tenemos un cuatrimestre cargadito con Electronica (laboratorio y dispositivi), Sólido (fisica de la matteria), Nucelar, una optativa que empezamos ayer de lo más interesante (Ottica Biomédica) y otra de la que todavía no hemos empezado las clases (Mettodi sperimentale de fisica subnucleare). Un total de 42 creditos, lo que nos dejará un segundo cuatrimestre mucho más relajado y tranquilo.


Para comer tenemos un comedor estudiantil: La Mensa, que por 3€ comes menú completo. Para llegar allí un minibus de la misma mensa viene a recogerte a la facultad y te trae de vuelta. La comida está realmente buena y tienen bastante variedad.

De momento estamos cumpliendo bastante bien nuestras obligaciones académicas, esperemos que siga así y sepamos compaginar como hasta ahora diversión y obligaciones.

¡¡Un abrazo a todos!!