lunes, 7 de mayo de 2012

Congreso Solvay-Firenze

Una vez más se han vuelto a juntar los físicos más importantes de la época. Esta vez, la reunión se ha celebrado en Firenze. Si se me permite haré un breve resumen sobre el programa desarrollado durante estos días.


























El jueves llegó Mario (¡¡oh capitán, mi capitán!!) y aprovechando la más que previsible derrota del Valencia a manos de los colchoneros me acerqué a la estación a buscar a otro de los conferenciantes, pero no uno del montón, sino el físico con mayores visitas a esta ciudad. ¿Quién mejor que Borge para dar el discurso inagural?
Un discurso sencillo, participaciones con frases y sentencias lapidarias por parte de algún anfitrión, siempre acompañado de unas cervezillas. Aprovechando el buen tiempo celebramos esta improvisada recepción en Sta. Croce.

El día fuerte del congreso comenzó con la llegada de dos de los ponentes más prestigiosos que se pueden encontrar. Álvar y Marta (sabemos que eres óptica y con honores pero siempre serás considerada como física y lo sabes) aterrizaron en Bolonia y un tren especialmente acomodado para ellos les trajo a Firenze. Unas cervecitas de bienvenida y todo preparado para celebrar el cumple de Dani (un químico en este simposio) al que venieron Laura, Leo, Elena... y todos aquellos que Dani con su carta blanca decidió invitar. Como siempre éxito rotundo. Un ambientazo y un fiesta tremenda, empañada sutilmente por "el amico" y rifirrafes de los que muchos ni se percataron.

En el día de clausura del congreso nadie madrugó, pero después de comer unas pizzas en Sta. Croce y después de que Borge atravesara la ciudad en zapataillas hicimos el turismo característico. Marta cámara en mano (al estilo de los primeros años de carrera) fotografiaba cada rincón de la ciudad. Con el clima acompañando, nada nos privó de hacer la subida a San Miniato y al mirador. Botellón y risas en Sant'ambrogio después de cenar (está vez Borge volvió a los fogones), donde Mario jugando con el collar de Marta hizo las delicias de los espectadores. 











A la mañana siguiente el grupo se dividió. Unos pusieron dirección Roma (Borge, Mario, Manolo y Morate) para vivir el "primero de Mayo", una fiesta de la que no he oido más que maravillas y de la que espero poder disfrutar en alguna de sus próximas ediciones. Aquí en Florencia nos quedamos la familia Daza-García (cual matrimonio Curie) y yo. Lo primero y obligatorio hacer el tour completo por la ciudad (muchos ya sabréis cual es ese tour). Acompañados de Laura y Musa vimos: el Duomo, piazza della Signoria, piazza republica, ponte vecchio, piazza Pitti...


El Lunes no fue un día cualquiera aquí en Firenze, fue la notte bianca. Para los que no estéis familiarizados con este evento (ahora me las doy de listo pero no sabía ni que existía hasta hace un par de semanas), la notte bianca es una noche al año en el que museos, iglesias, galerías, palacios... están abiertos y de forma gratuita desde la tarde hasta altas horas de la noche en muchos casos, mientras en las plazas de la ciudad distintas actividades, como conciertos, espectáculos y exhibiciones, van animando el ambiente. Pues objetido cumplido, enhorabuena a Firenze. Yo nunca vi la ciudad así de animada y activa en todas sus plazas.
Cargamos la mochila de cervezas para hacer frente a una noche-blanca que comenzó a primera hora de la tarde para hacer cola en los Uffizzi y recorrer sus salas. Después rumbo a la sinagoga (primera vez que entro en una) junto a Leo, Laura y Elena. Tanto tiempo paseando por delante de ella por fin atravesamos sus verjas y la vimos por dentro, incluso nos ¿regalaron? a Álvar y a mi la kipá (la gorrita que se ponen los judíos). Después rumbo a Santa María Novella para cenar en feria gastronómica que había allí mientras un grupo tocaba. Allí Sergio, Clara y su compañera de piso se unieron al grupo. Después de cenar rumbo al porcellino para culminar la noche tomando las últimas birras junto a Jaime, Mikel, Carla y demás belle arti.
Acabando la noche cansados, pero con una sonrisa imborrable.


Para poner fin al puente con Álvar y Marta el Martes nos fuimos a ver Pisa. Una negra nube sobre nuestras cabezas rompió justo en el camino desde la estación hasta la plaza de los milagros (donde está todo el meollo), pero la hicimos frente y acabó desapareciendo. Ahí comenzó el recital de fotos donde Marta dio lo mejor de si para conseguir las fotos perfectas. ¡¡Después vuelta a Firenze y a descansar!!















Han sido unos días muy buenos en compañía de grandes amigos de la carrera. Los días todos juntos el ambiente ha recordado a todas aquellas noches que salíamos todos juntos (rememorando las legendarias ferro-físicas) y durante puente con Marta y Álvar tengo la sensación de que disfrutaron a lo grande porque sus sonrisas, como la mía, no se borraban en ningún momento.

PD: Siento tristeza al pensar que es muy poco probable que Juanillo vuelva a pisar esta casa.

2 comentarios:

  1. Yo solo sé que me quedo unos días más y me quitan la carrera. Ni simposios, ni conferencias... Muchas gracias anfitriones florentinos y romano.

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    1. Fantástico congeso, jajajaja! Ya me hubiese gustado ser uno de los ponentes, o asistentes, igual me da! Cuanto tiempo os queda alli? Estaréis ya apurando los ultimos cartuchos! Dadle cera!!

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